Risoterapia

Paula Pulido Galván - IES Pedro Muñoz Seca

La risoterapia se conoce como una técnica psicoterapéutica que se centra en generar beneficios mentales y conductuales a través de la risa. En esta terapia se realizan diferentes ejercicios donde el objetivo es que las personas pasen a un estado de desinhibición a través de la risa espontánea, para así adquirir los beneficios que aporta.

Puede parecer que el uso de la risa, el humor y las emociones positivas como agentes terapéuticos es una invención actual, sin embargo, hay numerosos testimonios de su uso con objetivos medicinales y de mejora de la salud en diversas culturas a lo largo de toda la historia de la humanidad.

El primer dato del que se tiene constancia hace referencia al antiguo imperio chino en el que hace más de 4.000 años ya había lugares habilitados para que las personas se reunieran a reír como medio de equilibrar su salud.

Aunque el uso de la risa con fines terapéuticos ha estado presente a lo largo de toda la historia, ha sido a partir de la década de los 70 cuando ha comenzado a despertar el interés de la comunidad científica occidental y cuando han proliferado investigaciones y estudios de todo tipo en torno a esta saludable cuestión. En la actualidad son incontables los trabajos que abordan los beneficios de las emociones positivas, del humor y de la risa en los diferentes aspectos de la salud humana. Gracias a ese soporte se ha impulsado el desarrollo y difusión, especialmente en la sociedad occidental, de la risoterapia tal y como la conocemos hoy en día.

La risoterapia no pretende sustituir ningún tratamiento médico sino ser un complemento a estos. Se considera una terapia alternativa que puede ayudar a los pacientes en su estancia hospitalaria, especialmente a los niños, sector muy vulnerable a los cambios.

La terapia de la risa en los niños hace que afronten la hospitalización de una manera positiva, ya que al ser extraídos de su ambiente natural a un medio que normalmente es hostil, como es el caso del hospital, hace que sientan más miedo y sus sensaciones sean más intensas. Por lo tanto, la risoterapia puede constituir un gran beneficio para ayudarles en su proceso y disminuir ese temor.

Por ejemplo, en la oncología pediátrica se ha demostrado que la risoterapia en niños, hace que afronten mejor su enfermedad, disminuyendo su nivel de estrés y sintiéndose más relajados ya que se encuentran en un tratamiento largo, doloroso y con un gran desgaste mental y físico.

La risa está regulada por el eje hipotalámico-hipofisario, el cual, al ser estimulado por ella, libera encefalinas, endorfinas y algunos neurotransmisores como dopamina y serotonina, los cuales nos aportan los beneficios físicos y psicológicos como el efecto analgésico.

Otros beneficios de la risa son:

 

  • Favorece al corazón, al sistema circulatorio y al sistema inmunológico.
  • Reduce la ansiedad y el estrés, y relaja al organismo.
  • Refuerza la autoestima.
  • Permite estrechar relaciones y facilita la comunicación entre las personas.

 

Algunos estudios realizados en relación con la risoterapia son:

  • La Universidad de California en Irvine demostró con un estudio que los pacientes que veían un vídeo de humor durante una hora producían menos hormonas del estrés, lo que al mismo tiempo fortalecía las capacidades antibacteriales y antivirales de sus sistemas inmunológicos.

Los Investigadores siguieron los ánimos de los pacientes antes y después de ver los videos. Durante los dos días siguientes los pacientes mostraron menos niveles de tensión, depresión, enojo, fatiga y confusión.

 

  • Investigadores de la Universidad de Maryland revelaron que la gente con problemas cardíacos tiene un 40 por ciento menos de probabilidades de reírse en una serie de situaciones variadas, comparado con personas de la misma edad no enfermas del corazón.

 

Así que aquel que se encuentre bien se reirá, pero también puede reírse para sentirse feliz y sano. La risa es una importante herramienta curativa que no se debe subestimar.

 Todos los seres humanos tenemos la capacidad innata de reír y se hace evidente en los niños, que lo hacen unas 300 veces al día. Sin embargo, por desgracia los adultos nos reímos entre 15 y 100 veces al día, y nuestras risas son menos intensas.

Entonces, a qué estamos esperando para buscar la gracia en las cosas, ya que al fin y al cabo eso es lo que nos hará disfrutar de la vida.