Aída Serrano
¿De dónde viene el miedo? ¿Qué lo provoca? ¿Quién causa el miedo?
El miedo es un sentimiento de angustia ante un riesgo o daño, ya sea real o imaginario.
No obstante, cada persona experimenta el miedo de maneras distintas: algunas sienten temor a las arañas, otras a no ser creídas, a mostrarse débiles, a perder a algún ser querido, etc.
El miedo aparece cuando creemos estar en peligro. Este genera respuestas fisiológicas, corporales y conductuales, tal como explicó Sócrates y viene acompañado de la respiración acelerada, pupilas dilatadas, aumento del ritmo cardíaco, etc.
Sin embargo, sentir miedo no debería hacernos sentir débiles, como muchas personas suelen creer. Al contrario, el miedo también puede ser una muestra de fortaleza. Es una emoción que nos conecta con nuestro instinto de supervivencia, nos alerta y, en muchos casos, nos impulsa a actuar. Aun así, el miedo puede paralizarnos e impedir que reaccionemos de manera adecuada.
Si pensamos en el miedo seguramente se nos viene a la cabeza imágenes oscuras, recuerdos dolorosos o situaciones que nos hicieron sentir vulnerables.
En este caso, hablaré sobre nel miedo a no ser creído en la película El coleccionista de amantes de Gary Fleder. En ella, una doctora de Carolina del Norte llamada Kate es secuestrada en la madrugada por un asesino en serie conocido como “Casanova”. Cuando Kate despierta, se encuentra encerrada en una celda subterránea, en lo que parece ser una cueva. Allí mismo aparece Casanova, quien le explica una serie de normas que debe seguir si quiere sobrevivir. Más tarde, Kate descubre que no está sola. Otras ocho mujeres también están cautivas bajo las mismas condiciones. Entonces, decide intentar escapar, aunque eso implique romper las reglas impuestas por su captor. Después de su intento de huida, Kate despierta en un hospital, donde conoce a Alex Cross, interpretado por Morgan Freeman, un detective de Washington que ha viajado hasta Carolina del Norte en busca de su sobrina, también secuestrada por Casanova. Cuando Kate habla con la policía, sus declaraciones no son del todo creídas. Es la única sobreviviente y no presenta los mismos signos físicos que las otras víctimas encontradas. Sin embargo, Alex sí confía en su testimonio, y juntos deciden buscar por su cuenta a su sobrina y a las demás mujeres que aún permanecen bajo el control de Casanova.
El miedo a no ser creído te da la sensación de que lo que te pasó nunca sucedió de verdad, como si lo que viviste fuera invisible para los demás. En la película El Coleccionista de Amantes se muestra cómo, después de todo lo que Kate vivió, lo que le pasó parece menos importante que lo de las otras mujeres, simplemente porque ella logró sobrevivir. Como si su sufrimiento no contara tanto porque está viva.
Esto es algo que pasa mucho en la vida real. A veces, cuando las personas cuentan algo doloroso, hay quienes no lo creen o le restan importancia, porque no lo viven de la misma manera. Y eso es lo peor, porque el dolor o el sufrimiento de alguien no debería depender de cómo lo vean los demás. El hecho de que te crean o no te crea puede cambiar todo. A veces, las palabras de apoyo o comprensión son lo único que necesitas para sentirte valioso y escuchado. Sin eso, el miedo de no ser creído puede dejarte atrapado en un vacío de soledad.
