Laura Guilloto Bollullos - IES Juan Lara
Algunos filósofos como Platón o Hobbes pensaban que la comedia era perjudicial y que no debía ser fomentada porque nos daba un sentimiento de falsa superioridad; la asociaban a ser alguien inculto. Otros filósofos pensaban todo lo contrario. Es el caso de Aristóteles que amplió su campo de estudios con respecto a su maestro Platón y llegó a decir que reírnos nos hace humanos. Comediantes como Charles Chaplin o Andreu Buenafuente estarían de acuerdo con Aristoteles en su opinión sobre la risa.
Un estudio sobre la risa de la Universidad de Kansas publicado en Psychological Science en 2012, revela que sonreír hace que nos sintamos mejor y que nos relajemos después de realizar una actividad estresante. La Sociedad Española de Neurología afirma que las personas risueñas tienen un 40% menos de posibilidades de padecer problemas vasculares y viven 4 años más de media. Además, el neurólogo Scott Weems asegura que el buen humor nos hace más inteligentes ya que es una forma de ejercitar el cerebro.
Es sorprendente cómo cosas tan cotidianas como un chiste, una caída o palabras malsonantes , una parodia… puedan tener efectos tan sanos y positivos en nosotros: nos cuidamos así instintivamente, de una manera sencilla. Pero, ¿Es la risa tan inocente?, ¿Es el humor un signo de ignorancia como señalaba Platón o de inteligencia como escribe Weems? Hay distintos tipos de humor. ¿Son todos igualmente válidos? ¿Dónde están los límites por los que pasamos de la risa y la inteligencia a la infamia y la agresión?
En la madrugada del 28 de marzo de 2022 tuvo lugar una comentada incidencia en la gala de los Oscars. El actor Will Smith abofeteó al presentador y cómico Chris Rock por hacer una broma de mal gusto sobre la enfermedad que padece la actriz, productora, directora y compositora Jada Pinkett Smith, su esposa. Hay personas que justifican la actuación de Chris Rock recurriendo al sentido del humor. Yo, sin alentar la bofetada que Smith le propinó al cómico, lo comprendo. ¿Qué beneficio podemos sacar de bromear en público sobre la enfermedad de una persona sin conocer su estado de ánimo? Hay situaciones y temas sobre los que no deberíamos bromear al menos en público ya que, aunque vaya con la intención de causar risa, de abreviar dolor a la enfermedad, puede resultar cruel y ofender a los demás innecesariamente.
Esto me recuerda al tratamiento que el cómico ateniense del siglo V, Aristófanes, le da a Sócrates en Las Nubes. En esta obra el autor pretendía unir todo el odio de los más conservadores contra la nueva educación sofística en la figura de Sócrates mediante la burla y la parodia. De hecho Sócrates fue un destacado ciudadano y afamado soldado que participó en las Guerras del Peloponeso que enfrentaron a Esparta y Atenas entre los años 431 y 404 a.C. Eso sí, iba por ahí haciendo preguntas incómodas sobre la virtud. Según Aristófanes la educación que Sócrates ofrecía corrompía a los jóvenes y los convertía en malos ciudadanos que tomaban malas decisiones.
¿Podría ser que esta visión que Aristófanes presenta de Sócrates en su obra influyera en la decisión de un jurado popular en su condena a muerte? ¿Podría ser que Platón condenara la comedia al culparla de la condena de su admirado maestro?
En mi opinión no deberíamos reírnos de alguien que se cae andando por la calle, por ejemplo, o de una persona que tiene algún tipo de discapacidad o enfermedad , ya que podemos herir sus sentimientos y no veo beneficio en ello.
Por el contrario, como diría el cómico Andreu Buenafuente, “La risa a veces es la única salida” Y es que la risa es algo muy sano, que nos hace humanos. Puede que reírnos de nosotros mismos y de nuestros defectos como sociedad, no de los defectos físicos de una persona en particular, sea una manera más sana de cambiar las cosas, o por lo menos, es una manera menos dolorosa de llevar los defectos.
Hagámosle caso a Charles Chaplin cuando dijo que, un día sin reír es un día perdido.